Se cierra el proceso de “actualización del Plan Nacional de Cultura para recoger de viva voz de colombianos y colombianas en torno a la pregunta ¿Cuál es el mayor reto de la cultura para la Colombia de hoy?”. Ejercicio valido en las actuales circunstancias que se vive y que es de conocimiento en el país y el mundo. La respuesta la planteo desde este medio de comunicación para socializarlo con todos los lectores, e interesados a una mejor suerte del sector, independiente del resultado final que arroje las opiniones, percepciones, conceptos, iniciativas, reflexiones e ideas que aporten los demás colombianos a “unirse a este ejercicio” programado desde la institucionalidad.

En mis consideraciones planteo: Colombia en materia cultural era un país vanguardista con sus manifestaciones culturales y nos destacamos en lo artístico, gastronómico, pictórico, literario y una numerosa participación en otros oficios que hoy por hoy mantiene al mundo expectante de lo que se genere en este campo. Esa fortaleza ha sido diezmada a raíz de la pandemia que golpea y nos arrincona a todos en el globo terráqueo. Este momento coyuntural pareciera no tener fin. Pero aún más grave es la poca atención que el Estado Nacional y territorial en los departamentos y municipios le han dado a la problemática, pues la FALTA A UN POLITICA PUBLICA DE LO CULTURAL, ni se asoma en las agendas de los gobiernos, lo que nos lleva pensar y a predecir que las CRISIS AUN NO HA COMENZADO para este segmento importante de la economía del país.

Sea entonces la OPORTUNIDAD EN ESTA VENTANA ABIERTA AL SECTOR, para solicitarle al Estado en su conjunto –Nación, Departamentos, Distritos y Municipios- la CREACIÓN DE UN COMPES CULTURAL, donde se defina una clara y precisa revisión del Plan Nacional de Desarrollo. Allí se debe consignar de manera expedita, un informe completo de las evaluaciones y el diagnóstico de los daños y perjuicios que ha dejado el Covid 19 en las industrias creativas y los agentes del sector de la cultura. Este documento debe recoger esas voces pensantes y participantes para que sus observaciones sirvan de base para el diseño del Plan de Inversiones de los próximos años que organiza el Departamento Nacional de Planeación. Esa debe la razón fundamental, el “deber ser” de la invitación cursada por la institucionalidad, pero además el CONPES debe estar listo antes de que el Ministerio de Hacienda lo vincule al Proyecto de Presupuesto General de la Nación para la posterior revisión del Congreso.

En ese orden de ideas solicitar que el manuscrito en comento vaya acompañado o lleve su instrumento CONFIS única y exclusivamente para dirigir la Política Fiscal y coordinar el Sistema Presupuestal para que se construya un Plan Nacional de Inversiones franco para que responda a la aprobación, modificación y la evaluación del ya mencionado plan financiero, ordenando las medidas para su estricto cumplimiento del sector y sus beneficiados. Si se conciben los mecanismos de financiación a las manifestaciones culturales donde se priorice al actor, gestor y creador de las artes y sus líneas de producción y promoción de las cadenas de valores de los productos y servicios que tiene la cultura, iremos en el sendero correcto.

Si consideramos que las industrias creativas y sus agentes deben ser priorizados desde el mismo sujeto, atendiendo a los portadores de la memoria viva de nuestro patrimonio, a nuestros ancestros, como también a los semilleros, como nuevas y vigorizantes generaciones de artistas y actores; podremos decir que dimos los primeros pasos a la recuperación de lo sacrificado por esta pandemia.

Como es una tarea de todos hay que ser celosos y garantizar a los nichos y semilleros de los procesos creativos e innovadores que venían jalonándose antes de la emergencia sanitaria en el 2020, que reciban lo necesario para su reactivación. Estar pendiente (organismos de control y vigilancia, veedores de la ciudadanía, etc.) que el grueso de recursos de ese COMPES DE LA CULTURA no termine en las multinacionales y nacionales empresas del entretenimientos del país, como ha venido sucediendo desde siempre con nuestras solicitudes, con esto no estoy planteando inequidad, pues ellas se les garantizaría otras medidas por el Legislador. Es el momento de ASUMIR EL RETO DE LA CULTURA con inteligencia.

Por esta razón reitero el interés que esta PROPUESTA NACIONAL tenga el eco suficiente en los organizadores para con nuestras manifestaciones culturales y benefactores. Solo así podremos garantizar ese RICO PATRIMONIO PLURICULTURAL que Dios nos ha otorgado como premio a nuestros esfuerzos creativos e innovadores del sector. Texto: Fabio Ortiz Ribón. Fotos: Internet.